En riel, Ailén Martínez Ligero
Julio 2008

A veces nos duele la poesía, como otras nos sonrie. Aunque bien vale decir que mostrar los dientes no es siempre una sonrisa. Ella acumula espejos rotos, queriendo besarlos le sangran los labios, le tiemblan de una pasión irrefrenable los dedos; con ellos escribe estos versos anochecidos.
Cada cual tendrá su puerta para entrar y caminar sin pensar acaso que el tren viene por las vías. ¿Podrás salir? ¿Dejar que vuelen las palabras de la niña y se olviden? ¿Realmente crees que podrás esquivar la embestida?


Matías Massarella